¿Por qué la albahaca ahuyenta los mosquitos?

albahaca repelente de mosquitos

DANIEL CLIMENT responde:

Llamamos genéricamente «mosquitos» a los dípteros pequeños -menores que una mosca- cuyas hembras chupan la sangre. La picadura de los mosquitos (Culex, Anopheles, Aedes, etc.) no es solo molesta o dolorosa, sino que en muchos casos es una de les causas de transmisión de enfermedades de enorme importancia epidemiológica.

Ante la creencia popular de que son las luces las que atraen a los mosquitos y les orientan hacia los potenciales donantes de sangre, lo cierto es que estos insectos utilizan coordinadamente otros sentidos, los sensores térmicos y químicos, para localizar el objetivo. Así, mientras que los tarsos del tercer par de patas captan las diferencias de temperatura entre la presa y el entorno, las antenas detectan el vapor de agua y dióxido de carbono que exhalamos al respirar y por la piel, y algunas sustancias que se emiten directamente desde la dermis o por las bacterias que allí viven, como el ácido láctico presente en el sudor.

Para evitar la picadura de los mosquitos se puede optar por diferentes estrategias: exterminarlos (como hacen los insecticidas), establecer barreras físicas (como las mosquiteras) o repelerlos con sustancias químicas de determinadas plantas o con productos sintéticos.

En general, los repelentes suelen afectar a los sensores del insecto, les hacen perder la capacidad de detección y eso les empuja a alejarse para poder recuperarla. Entre la lista de los compuestos volátiles naturales que se han reconocido como repelentes figuran las piretrinas, el metil-nonil-cetona, el geraniol, el estragol, el citronelol, el limoneno y el trans-nerolidol.

Algunas de las plantas consideradas tradicionalmente como repelentes lo son porque sintetizan al menos una de esas sustancias. Pues bien, la albahaca Ocimum basilicum, posee no uno, sino cuatro de los volátiles repelentes de mosquitos, los últimos de la lista anterior. El más abundante es el estragol (1-alil-4-metoxibenceno), también conocido como tarragon, metil chavicol o alilanisol.

Por otra parte, el estragol es uno de los responsables del típico aroma que emite la albahaca cuando se frotan sus hojas. Anualmente se producen toneladas de aceite de albahaca por destilación al vapor.

Así pues, podemos optar por adquirir aceite de albahaca para mantener a raya, bien lejos, a los mosquitos que quieran chuparnos la sangre o, como ya nos había transmitido la sabiduría popular, tener en la habitación, en el alféizar de las ventanas o en la terraza, matas de albahaca.

Eso no solo ahuyentará a los mosquitos sino que, a cambio de unas caricias, la planta perfumará el ambiente con una fragancia tan excelsa que ha hecho que sea considerada la reina (basileus) de las hierbas aromáticas, tal y como la bautizó Linneo al darle el nombre de Ocimum basilicum.

Daniel Climent. Catedrático de Secundaria de Ciencias de la Naturaleza. IES Badia del Baver (Alicante).

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